El Espejo de Eugenia

El Espejo de Eugenia: México de todos los tiempos

Sea cual sea el resultado, ya nos veremos para reelaborar la lista del México de todos los tiempos.

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Así se suele llamar a la siempre ardua iniciativa de formular la formación ideal del equipo mexicano de futbol  a lo largo de la historia, que es un mínimo fragmento de la historia humana, de ahí que resulte presuntuoso ese concepto de todos los tiempos, pero cabe utilizar esa fórmula para el más popular deporte del planeta, que tiene apenas ciento sesenta años de existencia, al menos en el concepto que hoy conocemos.

Esa centuria y media en realidad corresponde a las normas determinadas con la creación de la Football Asociation inglesa, pero, hace algunos años el Observatorio Romano publicó un artículo en el que, a partir de hallazgos de Bartolomeu Meliá, jesuita, lingüista y antropólogo  nacido en Baleares, España, se puso en evidencia que la práctica más antigua del balompié provendría de Paraguay, donde, con el nombre de Ñanga nembosarái, se detalla el juego que practicaban los indígenas de la región de San Ignacio Guazú, donde se asentó una de las primeras misiones religiosas en territorio guaraní. Más allá de este curioso episodio, no cabe duda de que, independientemente de donde haya nacido, el futbol se convirtió en la manifestación lúdica y atlética más famosa del mundo.  Por último, en los enfrentamientos entre Inglaterra y Paraguay en las fases finales de la Copa del Mundo, el triunfo favoreció a los británicos: 3 a 0 en 1966, y 1 a 0 en 2006, así que los paraguayos, por más inventores que hayan sido, llevaron la peor parte. Ambas escuadras cuentan con al menos dos de los mejores jugadores de la historia: Bobby Charlton y José Luis Chilavert.

Con normas y reglamentos ingleses que fueron modificados solo por avances tecnológicos, el caso del VAR en nuestros días, el futbol convoca tantos millones de ciudadanos y ciudadanas que es tan complejo, como en todo canon y antología, elegir a los mejores, considerando que las estrategias también han evolucionado, pues de la antigua alineación del 3-2-5-, hoy asistimos a variantes defensivas u ofensivas muy complejas.

La revolución del fútbol total de Johan Cruyff en la Holanda de los años setenta, el catenaccio italiano, el jogo bonito brasilero de Pelé y Garrincha, entre tantos esquemas, dificulta la elección puesto por puesto, porque no son esquemas inmutables y es tarea de titanes optar por determinados jugadores, con el agravante de variables como idolatría, popularidad, éxito, fama, lo que nos presenta un escenario subjetivo a la hora de escoger a los mejores. Quizá por ello, la base será la que determinó la FIFA, que tras consultas, encuestas y escrutinios de técnicos, periodistas y de los propios actores, nos entregó la siguiente oncena, bajo la firma de responsabilidad de la IFFHS ALL-TIME MEXICO MEN’S DREAM TIME:

Antonio Carbajal; Ramón Ramírez; Rafael Márquez; Claudio Suárez, Gustavo Peña; Raúl Cárdenas; Benjamín Galindo; Cuauhtémoc Blanco; Luis de la Fuente; Hugo Sánchez; Salvador Reyes.

Apenas publicada la lista, aparecieron cuestionamientos de toda índole, motivados por lecturas diversas que se manifestaron sobre la base de contemporaneidad, actualidad, prejuicios, animadversión. Ese malestar se convirtió en una multiplicación de memes, sugerencias, propuestas, y surgieron nombres no contemplados en el listado oficial de la Federación Internacional de Futbol Asociado.

Quienes se manifestaron en contra de la Tota Carbajal, citaron a Jorge Campos, Ignacio Calderón y Memo Ochoa; la retaguardia acogió a Ignacio Flores, Guillermo Sepúlveda, Arturo Vázquez Ayala, Alfredo Tena, Carlos Salcido; en el medio campo: Alfredo del Águila, Tomás Boy, Isidoro Díaz, Felipe Ruvalcaba, Gerardo Torrado, Héctor Herrera, Andrés Guardado y Manuel Negrete; y, en la ofensiva; Luis Hernández;  Jared Borgetti, Enrique Borja, Horacio Casarín, Alberto García Aspe, Horacio López Salgado, Héctor Hernández, Carlos Hermosillo, Javier Hernández, por citar a los que fueron nombrados más ocasiones.

En virtud de ser exclusivamente mexicanos, o quizá por el manto del olvido tejido con filamentos xenófobos,  no fueron invocados los nombres de jugadores de leyenda, los casos de los republicanos españoles como Isidro Lángara, el naturalizado Leblanc,  los vascos Pedro Regueiro y Martín Valtonrá. En los años cuarenta debió intervenir el presidente Manuel Ávila Camacho para reglamentar el número de jugadores extranjeros que podían alinearse en la cancha. Con el paso del tiempo y las necesidades, nacionalizados y naturalizados representaron con más pundonor que sospechas al equipo mexicano, de ahí que quizá, una encuesta más prolija podría incorporar aquellos nombres olvidados.

Ahora, frente a un nuevo reto mundialista, aparecerán, siempre como consecuencia de una actuación positiva, los nombres de quienes conforman la actual selección nacional. Es de esperar que nunca más se repitan las crónicas agudas, aunque ácidas, como las que Arturo Santamaría Gómez refiere al comentar la gira que la tricolor hizo por Europa a fines de la década del sesenta como preparación para el primer Mundial organizado en nuestro suelo, y que, tras ser derrotada por casi todos los adversarios, devino en crítica y albur: El humorismo del país, siempre ácido y de baja estima cuando se habla de la personalidad mexicana, decía después de la catástrofe europea que Nacho Trelles, el entrenador, “había viajado a Europa con exceso de equipaje, ya que llevaba 19 maletas y ningún futbolista. [1]

Tengo la confianza, convertida en esperanza, que en Qatar vamos a catar un sorbo de alguna copa. No será pulque, ni tequila ni mezcal, mucho menos trago amargo. Será un festejo que hará que en la nueva convocatoria al nuevo equipo ideal, aparezcan los héroes del presente. ¿Seré acaso demasiado optimista? Si los resultados fuesen adversos, sosegado y cabizbajo me iré a la calle Bucarelli, donde junto a un par de maldiciones, susurraré en el bar, con la letra de Consuelo Velázquez en la memoria: Yo tengo que decirte la verdad, aunque me duela el alma. No quiero que después me juzgues mal, por pretender callarla.

Sea cual sea el resultado, ya nos veremos para reelaborar la lista del México de todos los tiempos. Como en otro ámbito, siempre espero que haya más revueltas que paz.


[1] Arturo Santamaría Gómez; Mentalidad, nacionalismo y estilo en el futbol mexicano; XXVII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología. VIII Jornadas de Sociología de la Universidad de Buenos Aires. Asociación Latinoamericana de Sociología, Buenos Aires, 2009. cdsa.aacademica.org/000-062/1926.pdf

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