Como mujer gobernante, se tiene mayor responsabilidad con las niñas y niños: Sheinbaum

Durante su mensaje de Rendición de Cuentas por los tres años de su administración, Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, se refirió a la gran responsabilidad que tiene como mujer gobernante para con las niñas y niños, así como con las y los jóvenes, porque se tiene que gobernar inculcando valores. 

“Ser mujer gobernante tiene además una responsabilidad mayor: mostrar a las y los niños, a las y los jóvenes, que el camino de tender la mano al más débil, como forma de vida, siempre será mejor que aplastar al otro para crecer. 

En presencia de su gabinete de gobierno, la prensa e invitados especiales, la mandataria capitalina, destacó que otro de los mensaje que se debe transmitir a la niñez y juventud del país es que “la acumulación de riquezas, pasando por encima de los demás no es lo que lleva a la vida digna y feliz, sino la construcción de una sociedad más justa y democrática, dando siempre la mano para que nadie se quede atrás”.

Asimismo, desde el Palacio de Minería, habló de la importancia de mostrarles que las mujeres no están destinadas a someterse a roles llenos de prejuicios y de violencia, y que por el contrario, se deben fortalecer sus derechos.

“Pero tiene, ser mujer gobernante, la responsabilidad de mostrar a las niñas y los niños, a los y las jóvenes, que una sociedad más justa implica que no estamos destinadas a un rol de la sociedad lleno de prejuicios y de violencia, sino que el fortalecimiento de los derechos de las niñas y las mujeres significa que puedan lograr sus sueños con plena libertad y con plena autonomía 

Por lo anterior, envió un mensaje a las y los jóvenes, señalando que la corrupción, el clasismo, el racismo y otros comportamientos no son el camino hacia la felicidad, como la ha hecho creer otros. 

“Hoy hablamos a las y los jóvenes, no es la corrupción, no es la triquiñuela, no es el odio, no es el clasismo, no es el racismo lo que nos convierte en mejores personas; no es un asunto solamente de tolerancia es el reconocimiento de que la profundización de las desigualdades y la discriminación llevará siempre a la violencia”.

Sheinbaum Pardo puntualizó que la paz se construye ampliando derechos para todas y todos los mexicanos, las y los capitalinos, para hombres y mujeres, y no sólo pensando en lo individual.

“No es ni educación, es el derecho a la educación de todos y de todas, no es mi salud porque la puedo pagar, es la salud como un derecho, no es la cultura como mí privilegio, sino la cultura artística como derecho, no es que rompí personalmente el techo de cristal porque soy una mujer que luchó para salir adelante, es el derecho humano de las mujeres a lo lograr la igualdad sustantiva”. 

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Dijo que si bien la inversión privada es fundamental para el crecimiento económico, no hay que olvidar que al gobierno le corresponde usar los recursos públicos para abrir la puerta de los derechos y al mismo tiempo cerrar la puerta de la corrupción y con ello impulsar el desarrollo. 

“Estoy convencida que la iniciativa privada y la inversión privada es fundamental y genera empleos, pero le corresponde al gobierno usar los recursos públicos para abrir la puerta de los derechos, cerrando la puerta de la corrupción, así como promover la inversión pública para orientar el desarrollo económico para disminuir desigualdades; abrir brecha al desarrollo para el beneficio de las actuales y futuras generaciones”. 

Destacó que la Cuarta Transformación es una nueva forma de gobernar, sin privilegios, sin corrupción, con transparencia y cercanía a la ciudadanía, sustentada en la austeridad republicana, la disciplina y que distribuye riqueza de manera directa al pueblo sin intermediarios; que promueve la economía con inversión pública.

Hacia el final de su mensaje, la Jefa de Gobierno dijo que la sociedad mexicana sabe que la transformación avanza por el camino de la democracia y las libertades, por lo que es importante recordarlo todos los días, porque ni “el poder, ni el dinero, ni los pragmatismo pueden imponerse por encima de los principios ni el mandato popular”.