Cultura
“2 de octubre no se olvida porque si olvidamos se repiten las mismas historias”: Sheinbaum
“Dos de octubre no se olvida” es la frase que derrotó al poder; señaló el escritor Francisco Pérez Arce en la ceremonia del 53 aniversario de la Matanza Estudiantil
Al cumplirse 53 años de la matanza de estudiantes ocurrida el 2 de octubre de 1968, autoridades de la Ciudad de México e integrantes del Comité del 68, llevaron a cabo la ceremonia de izamiento de bandera a media asta en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, en memoria de las y los cientos de estudiantes asesinados que protestaban contra el autoritarismo.
El acto conmemorativo fue encabezado por Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, quien destacó que el 2 de octubre “no se olvida, porque si olvidamos se repiten las mismas historias”.
“Un Estado autoritario fue capaz de acribillar y encarcelar a jóvenes que pedían democracia, que exigían la no represión, que estaban en contra de un estado autoritario y que lo que recibieron frente a la exigencia de diálogo público fue una traición y fueron balas”, señaló.
Dijo que fue un Estado que no sólo se olvidó a los jóvenes y les dio la espalda, sino que fue capaz de acribillarlos y que se trató de una historia que se repitió por décadas. Recordó que antes de 1968 ya se había iniciado una lucha por parte de los jóvenes que continuó durante décadas y que todavía a día de hoy sigue presente en México.
“Venía de antes, y esa historia a pesar de una supuesta apertura democrática continuó con una guerra sucia en contra de jóvenes que seguían luchando, desaparecidos políticos, presos políticos”.
Aseguró que los hechos de 1968 fueron la semilla para muchos que eran niños o adolescentes entonces. “Nos dio la enseñanza para seguir luchando. Entonces luchamos por el derecho a la educación, salimos a las calles en este histórico 1985 durante el sismo, a darle la mano a nuestros hermanos”.
La mandataria capitalina hizo un breve recuento de otros movimientos sociales como el de maestros, médicos y ferrocarrileros, todos en busca de la democracia y que han definido las luchas actuales.
Aseveró que esta lucha continuó hasta el 1 de julio de 2018, con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador y el inicio del proyecto de la Cuarta Transformación de México.
“Ya no hay marcha atrás porque ha habido una revolución de las conciencias, en donde el pueblo de México sabe que el derroche no tiene cabida en esta ciudad, donde la represión no tiene cabida en esta ciudad”; afirmó.
“El 2 de octubre no se olvida y este Gobierno, que lo que hace es promover derechos, una ciudad de derechos que lo único que busca es una ciudad de libertades, una ciudad donde nunca más el Estado reprima a sus jóvenes”; agregó Sheinbaum Pardo.
“Desde la jefatura de Gobierno vamos a seguir luchando por los derechos y las libertades del pueblo de México, eso es lo que es este nuevo Gobierno, eso es la Cuarta Transformación de la vida pública de México (…) hoy luchamos por un México con justicia, libertades y democracia, que mira siempre a los más necesitados. Ese es el mejor homenaje que podemos hacer a los jóvenes y a las jóvenes de 1968, libertad y justicia”, concluyó.
Edificio de Tlaxcoaque será un centro de memoria histórica
La Jefa capitalina adelantó que el Edificio de Tlaxcoaque, donde se reprimió a jóvenes durante la masacre de 1968, se transformará en un centro de memoria histórica.
“Porque así como recuperamos la memoria de los 7 siglos de historia, o de los más de siete siglos de historia que conforman a esta ciudad, de los 500 años de resistencia de los pueblos originarios, de los 200 años del México independiente también, y fundamentalmente por el lugar que del que venimos, porque vamos a reivindicar siempre el lugar de donde venimos, porque sino se nos olvida a dónde vamos”, señaló.
“Dos de octubre no se olvida” es una frase que derrotó al poder
Frente a la Estela del 68, Francisco Pérez Arce Ibarra, escritor e integrante del Consejo Asesor de Cultura, recordó que hace 53 años en la Plaza de las Tres Culturas se cometió un crimen de estado y que los responsables directos fueron el expresidente Díaz Ordaz; su secretario de Gobernación Luis Echeverría Álvarez; y su jefe del Estado Mayor Presidencial, Luis Gutiérrez Oropeza, pero que además hubo más responsables: “los que participaron y los que callaron, los que voltearon hacia otro lado, los que inventaron otra historia y todos los que intentaron ocultar la tremenda verdad tras un velo de mentiras.
Aseveró que no se puede olvidar el momento cuando el entonces presidente Díaz Ordaz “dijo solemnemente que se hacía responsable de los hechos del 68, los diputados se pusieron de pie y aplaudieron” y que con ese acto “no sólo se hacían cómplices del crimen, sino que asumían como algo justificable la acción asesina del estado”.
“Lo tenían todo planeado, los francotiradores en algunas ventanas de los departamentos que dispararon contra la multitud y contra los soldados que entraban a la plaza a bayoneta calada, los mando del Ejército que ordenaron llevar los fusiles abastecidos y ordenaron también no disparar hasta que hubiera caído uno de los militares. Un plan perverso que tenía como fin presentar los sucedido como una agresión de los estudiantes que tuvo que ser repelida por la tropa”, explicó.
Narró que la versión contada por los boletines de prensa del gobierno en turno no fue creída, y que “la versión que de inmediato se asentó en la conciencia de la sociedad fue la de las víctimas, no pudieron detener la avalancha de testimonios de testigos presenciales”.
Recordó que nada logró atenuar la verdad de aquel día y que la frase: “Dos de octubre no se olvida” y que ha viajado por 53 años repitiéndose, “una frase que la nación lleva tatuada en la piel y derrotó al poder”.
También señaló que el gobierno intentó matar dos veces a los actores del movimiento estudiantil: “una mediante las balas y otra mediante el olvido”; dijo que la represión fue tan desproporcionada, tan incomprensible y tan grande que a menudo ha impedido ver lo que fue el movimiento porque antes de la tragedia fue una fiesta, un canto de rebeldía, de libertad, de irreverencia, las imágenes que lo describen son las calles tomadas por multitudes festivas”.
Destacó que durante los días del Movimiento del 68 la sociedad mexicana descubrió la igualdad entre hombres y mujeres y la fuerza de las palabras pintadas en los muros” y se descubrió la afinidad Latinoamérica, una marcha en la que estuvieron figuras simbólicas de la lucha social como “El Che”, Vietnam, Morelos, Villa, Zapata, Flores Magón; una marcha que el gobierno fue incapaz de comprender que se necesitaba un diálogo y que se trataba de una manifestación pacífica.
Resaltó que a pesar del costo doloroso se logró una victoria moral y cultural, y que “el Movimiento del 68, con su carga de dolor, fue una cuña que empezó a cambiar la conciencia nacional”.
El 2 de octubre representa la fuerza de los movimientos sociales
Rafael Guerra Álvarez, magistrado presidente del Poder Judicial de la CDMX, se refirió a la importancia de refrendar el derecho a la memoria porque “evoca la fortaleza del cambio social, la transformación del poder público y la dignidad de la movilización pacífica”.
“No debemos permitir que el dolor nos impida aprender el verdadero significado de la historia. El 2 de octubre representa la fuerza de los movimientos sociales que trae consigo el verdadero progreso político, cultural y espiritual de nuestra nación”.
Dijo que el Poder Judicial de la Ciudad de México venera el espíritu revolucionario de la libre y pacífica manifestación para dar voz a quienes no son escuchados y para marcar la auténtica senda del progreso.
Llamó a condenar la violencia en todas sus formas y fuentes, así como a reivindicar el poder de la no violencia para mover los engranes del cambio. “la no violencia debe ser la herramienta del cambio y progreso”.
En el Congreso local tuvo lugar una sesión solemne para conmemorar a las víctimas del 2 de octubre, en donde los diputados reiteraron que hechos como ese no deben volver a ocurrir.
Héctor Díaz-Polanco, presidente de la Mesa Directiva recordó que en ese mismo recinto se intentó justificar la barbarie del 2 de octubre “siendo uno de los peores momentos de este recinto. Un acto infame para el pueblo de México”, afirmó.
El acto de hoy inició a las 10:00 horas en la plaza de las Tres Culturas, lugar donde el 2 de octubre de 1968 una multitudinaria manifestación de estudiantes fue repelida a tiros por el Ejército mexicano, dejando alrededor de 300 de muertos y otros cientos de desaparecidos de acuerdo a organizaciones civiles, aunque las autoridades sólo reportaron 37 decesos.
El Gobierno de la Ciudad de México organizó esta ceremonia como parte de las acciones en favor de los derechos de acceso a la preservación de la memoria colectiva. Diversos homenajes se llevaron a cabo este sábado con motivo de la conmemoración de los 53 años de la masacre de estudiantes el 2 de octubre de 1968.
Asistieron a la ceremonia Eduardo Villegas Mejías,coordinado de Memoria Histórica y Cultural de México; Martí Batrés, secretario de Gobierno de la CDMX; Paco Ignacio Taibo II, director general del Fondo de Cultura Económica; Félix Hernández Gamundi, integrante del Comité 68 Pro Libertades Democráticas; Vanessa Bohóquez, titular de la Secretaría de Cultura CDMX; Paloma Sáiz Tejero, integrante del Consejo Asesor de Cultura; Sandra Cuevas, alcaldesa de Cuauhtémoc; y Felipe Arturo Ávila Espinosa,director general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México.
