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Ebrard responde a NYT por reportaje de Línea 12; advierte “intencionalidad política”

El canciller de México respondió a la publicación realizada por el diario The New York Times sobre las presuntas causas del desplome en la Línea 12 del Metro

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Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Relaciones Exteriores (SRE), respondió este domingo, 13 de junio, a la publicación realizada por el diario estadounidense The New York Times, sobre las presuntas causas del desplome en la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México.

El canciller de México acusó a The New York Times de haber “ignorado” el documento de 15 cuartillas que su equipo le envió previamente en respuesta a un cuestionario, en el que culpa del colapso a la supuesta falta de mantenimiento de la Línea 12 durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera, exalcalde de la CDMX. 

El mismo domingo, la jefa de Gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum rechazó públicamente que su equipo haya filtrado información al diario neoyorquino, dejó claro que cualquier comunicación que se dé a conocer sobre la Línea 12 la hará saber de manera directa sin intermediario alguno, y esto será a partir de los peritajes que hace la empresa noruega que se contrató y las investigaciones que realiza la Fiscalía General de Justica de la Ciudad de México.  

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Ebrard Casaubón advirtió que una vez conocido el peritaje a cargo del Gobierno de la Ciudad de México compartirá también “su valoración de aseveraciones técnicas e intencionalidad política del texto” del NYT, de “tener intencionalidad política”. 

A través de su cuenta de Twitter, el canciller publicó el documento de 15 páginas con el que respondió los cuestionamientos del medio estadounidense, y que no se consideraron para el reportaje publicado.

En la carta que Ebrard envió a Maria Abi-Habib, jefa de la oficina del New York Times en México, el pasado 3 de junio, negó cualquier irregularidad de su parte, y afirmó que “resulta por ejemplo, imposible saber si la administración del Dr. Miguel Ángel Mancera realizó toda la labor de mantenimiento requerida en casos de sismos de cierta magnitud, o si los trabajos efectuados después del sismo se realizaron de la manera adecuada, dado que una importante cantidad de documentos fueron reservados”.

El canciller también señaló que algunas de las preguntas que le planteó el NYT parten de argumentos falsos. 

“Las preguntas que formula su medio, en algunos casos, parten de premisas falsas o parecieran sugerir conclusiones o asumir una postura adversarial”, 

Al concluir su carta, el canciller mexicano solicitó “formalmente sean incluidas todas las precisiones formuladas en las respuestas” que le hizo llegar.

En su reportaje el New York Times también asegura que las graves fallas en la construcción de la Línea 12 responden a malas decisiones tomadas por el gobierno capitalino para que la obra estuviera terminada antes de finalizar la administración de Ebrard, quien aspiraba a lanzarse como candidato del PRD a la presidencia de la República.

Al respecto, Marcelo Ebrard negó haber exigido que se terminara la obra lo antes posible para impulsar algún interés personal, pues dijo que “la inauguración de la obra tuvo ocasión el 30 de octubre de 2012, casi cuatro meses después de la elección presidencial de Enrique Peña Nieto” y que “desde noviembre de 2011, decliné cualquier aspiración a una candidatura y expresé mi apoyo al ahora presidente, Andrés Manuel López Obrador”:

Ebrard también dijo al New York Times que enfrentó “la cacería política” de Peña Nieto y Mancera, y sostuvo: “el primero me imputaba, falsamente, de haber filtrado información que derivó en una serie de reportajes periodísticos que descubrieron la trama de corrupción conocida como “la Casa Blanca”.

Te compartimos el mensaje del canciller Ebrard

“Antes de hacer las aclaraciones correspondientes, me permito abordar lo principal. Lamento profundamente la pérdida de vidas humanas por los hechos acaecidos el 3 de mayo pasado, al tiempo que reitero mis condolencias a los familiares y amigos de las personas fallecidas en la tragedia. Desde un primer momento, he manifestado mi disposición de colaborar para esclarecer los hechos y deslindar las responsabilidades respectivas.

La construcción de la Línea 12 del metro de la Ciudad de México representó la culminación de la aspiración por décadas de millones de capitalinos y habitantes del Estado de México, la mayoría pertenecientes a los sectores más desfavorecidos, de contar con un método de transporte moderno, económico, seguro y veloz, que los conectara del suroriente al centro y poniente de la ciudad.

Fueron los propios habitantes de la ciudad de México quienes, a través de la denominada “Consulta Verde”, celebrada el 29 de julio de 2007, en la que más de un millón de personas participaron y eligieron que el metro corriese hacia la zona de Tláhuac. Para la construcción de lo que fue la mayor obra pública en todo México en el sexenio 2006-2012, la Secretaría de Obras Públicas del Gobierno del Distrito Federal, a cargo del Ing. Jorge Arganis Díaz Leal, lanzó una convocatoria de Licitación Pública Internacional. El consorcio ganador estuvo integrado por la empresa ICA (que ha participado en la construcción de la mayoría de las líneas del metro capitalino), CARSO y la francesa Alstom.

Para la ejecución de la obra, se creó un organismo desconcentrado con autonomía técnica de gestión, llamado “Proyecto Metro del Distrito Federal”. Durante su planeación, diseño, construcción y puesta en operación se buscó incorporar a lo mejor de la ingeniería mexicana, incluyendo al Instituto de Ingeniería de la UNAM, el IPN y el Colegio de Ingenieros Civiles de México, entre otros.

La Línea 12, que durante años ha beneficiado a millones de personas, es quizás la obra pública más auditada y documentada en la historia de México. Numerosos informes han revisado la obra. Entre ellos se cuentan, la certificación de la línea (emitida por el consorcio integrado por las empresas DB International, GMBH, ILF BERATENDE INGENIEURE A. G., TÜV SÜD RAIL GMBH y HAMBURG CONSULT GMBH, de 2012), el de ILF CONSULTING ENGINEERS (2013), el de SYTRA (2014), el del Colegio de Ingenieros Civiles de México (2014), además de la resolución del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (2017).

Destaco que en su Resolución a los Recursos de Apelación, interpuestos por el Consorcio Constructor y el Gobierno de la Ciudad de México, a cargo del Sr. Miguel Ángel Mancera, el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, concluyó el 24 de mayo de 2017 que: todos los pagos efectuados por el Gobierno correspondían a trabajos ejecutados; el consorcio constructor cumplió con el objeto del contrato; los detalles observados en la ejecución de los trabajos inherentes a la Línea 12 del metro no afectaron la operación de dicha obra; la línea doce del metro fue recibida el 30 de octubre de 2012 y fue puesta en operación, funcionando en óptimas condiciones; la obra fue certificada por el consorcio certificador (TÜV-DBI-ILF-HC), para ponerse en servicio con pasajeros; fue determinado por los peritos expertos que los materiales utilizados cumplieron con lo contratado y el desgaste ondulatorio era un fenómeno persistente en todos los sistemas de vías férreas.

Consecuentemente, el Tribunal estableció que no era atribuible al consorcio constructor la responsabilidad por el cierre parcial de la línea 12 del metro en 2014.

Ahora toca conocer las razones que explican la tragedia. Una parte de la historia, la de la gestación y construcción de la línea, puede conocerse fácilmente a través de los documentos relevantes que se han hecho públicos. La parte de la supervisión y mantenimiento durante el sexenio posterior al que encabecé se mantiene en buena medida como una incógnita. Resulta, por ejemplo, imposible saber si la administración del Dr. Miguel Ángel Mancera realizó toda la labor de mantenimiento requerida en casos de sismos de cierta magnitud, o si los trabajos efectuados después del sismo se realizaron de la manera adecuada, dado que una importante cantidad de documentos fueron reservados.

Las preguntas que formula su medio, en algunos casos, parten de premisas falsas o parecieran sugerir conclusiones o asumir una postura adversarial. En este sentido, mi empeño es responder de la manera más objetiva y apegada a la memoria que constituye la documentación técnica o las resoluciones que han surgido de las investigaciones o auditorías relacionadas con la realización de la obra.

La tragedia de la línea 12 exige ahora una investigación radicalmente imparcial y escrupulosamente técnica, cuya única finalidad sea el descubrimiento de la verdad. Las víctimas, la opinión pública y la Ciudad de México merecen primeramente eso: la verdad de lo acontecido.

Esa verdad solo podrá construirse a partir de peritajes objetivos e indagaciones sordas al ruido del escándalo y desapegadas de cualquier interés político. Esa verdad es fundamental por muchas razones, la primera para encontrar las causas del accidente y efectuar a partir de ese descubrimiento las soluciones que permitan restablecer lo más pronto posible un servicio que beneficia a millones de ciudadanos.

También e igualmente fundamental para que las instituciones, en su caso, aseguren un cauce justo a los reclamos y ofrezcan la verdad y los remedios que las víctimas y la sociedad exigen frente a esta tragedia.

Con el objetivo de aclarar dudas sobre la construcción de la línea, tengo a bien contestar su cuestionario, apelando al profesionalismo y seriedad de su medio. 

Solicito formalmente sean incluidas todas las precisiones formuladas en las respuestas.

Atentamente,

Marcelo Ebrard Casaubon”.

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