Cultura

Luis Buñuel, un cineasta surrealista, crítico y transgresor

Considerado como uno de los cineastas más grandes e influyentes de todos los tiempos, su acercamiento al cine ocurrió a los 8 años de edad

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Por: Claudia C. Sáenz Guzmán / Twitter: @klawsaenz

Luis Buñuel Portolés, reconocido cineasta de origen español, naturalizado mexicano, nació el 22 de febrero de 1900 en Calanda, España; su filmografía es famosa por sus características surrealistas, ideas transgresoras y su dura crítica contra la religión, la sociedad y sus tragedias, así como de los errores humanos.

Considerado como uno de los cineastas más grandes e influyentes de todos los tiempos, su acercamiento al cine ocurrió a los 8 años de edad, el mismo Buñuel narró en sus memorias, Mi último suspiro, que en 1908 asistió por primera vez al cine y que disfrutaba de películas cómicas silentes, entre ellas el Viaje a la luna de Georges Méliès (1902), no obstante, sus primeros pasos como realizador llegaron 20 años después, tras ver Las tres luces (1921) de Fritz Lang, pues en él surgió un impulso que lo llevaría a buscar una oportunidad. Así, un día se presentó con el director francés de origen polaco, Jean Epstein, quien le dio la oportunidad de ser su ayudante de dirección en el rodaje de Mauprat (1926) y La caída de la casa Usher (1928). ¡Dato de trivia!

Posteriormente, el joven español se inició en la crítica de cine, en publicaciones como Cahiers d’Art y la española La Gaceta Literaria, también se hizo cargo de un cineclub y colaboró como actor en pequeño papeles, en filmes como Carmen (Jacques Feyder, 1926) y La sirène des tropiques (Henri Étiévant y Mario Nalpas, 1927).

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Todo ese bagaje le daría a Luis Buñuel las bases para dirigir su primer filme, Un perro andaluz (1929). Financiada por su madre, la película se estrenó el 6 de julio en el Studio des Ursulines, un cine-club parisino donde tuvo gran éxito entre la intelectualidad francesa; además, permaneció en exhibición durante 9 meses consecutivos en el Studio 28.

Tras este logro, Buñuel fue admitido de lleno en el grupo surrealista que se reunía diariamente en el Café Cyrano para leer artículos, discutir sobre política, escribir cartas y manifiestos. Allí, forjó amistad con Max Ernst, André Breton, Paul Éluard, Tristan Tzara, Yves Tanguy, Magritte y Louis Aragón, entre otros.

Este sería un espectacular inicio en el mundo del cine. Luego vendrían otros clásicos de su trabajo, como La edad de oro (1930) y Tierra sin pan (1932), dos de las 8 películas que filmó durante su primera etapa.

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Su segundo periodo cinematográfico comenzó en México en 1946, en donde rodó 23 películas, entre ellas El Gran Calavera (1949), su aclamada Los Olvidados (1950), el maravilloso Ensayo de un crimen (1955), Viridiana (1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1964). Es considerado su periodo más prolífico y exitoso.

A Luis Buñuel le gustaba jugar con la idea de que “la casualidad lo trajo a México”, pues llegó proveniente de Estados Unidos, en donde estuvo exiliado desde el triunfo del franquismo en España. Trabajó en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York, estaba a punto de adquirir la ciudadanía norteamericana cuando tuvo que renunciar debido a una indiscreción de su antiguo amigo Salvador Dalí

Pero la suerte estaría de su lado, pues recibió una invitación del escritor y periodista mexicano Fernando Benítez Gutiérrez, entonces asistente del secretario de gobernación del régimen de Miguel Alemán; Buñuel aceptó sin imaginar que estaba a punto de dirigir la primera de las 23 películas que haría en México. ¡Lo demás es historia!

Filmó 7 películas más durante la última etapa de su carrera, entre ellas Bella de día (1966), Tristana (1970) y Ese oscuro objeto del deseo (1977).

Luis Buñuel vivió en México hasta el último de sus días. Murió el 29 de julio de 1983, a la edad de 83 años, a causa de una insuficiencia cardíaca, hepática y renal provocada por un cáncer. 

Fiel a su ideología, no hubo ninguna ceremonia de despedida, y fue hasta 1997 cuando sus cenizas fueron esparcidas en el monte Tolocha, situado en su pueblo natal. Su casa, ubicada en la Colonia del Valle de la Ciudad de México, fue transformada en un museo, que hasta hace unos años se podía visitar, actualmente permanece cerrada.

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