Medio ambiente

Sedema busca reciclar aceite usado para generar energías limpias

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La Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), promueve la correcta separación y reciclaje del aceite de cocina usado en hogares, mercados y restaurantes a través del proyecto “Mi cocina no contamina”

En el marco del Día Internacional del Biodiésel, la Sedema lanzó esta iniciativa que busca generar energías limpias para que sean utilizadas en el transporte público de la capital del país

“Mi cocina no contamina” consiste en acopiar y reciclar el aceite de cocina usado para que este residuo sea trasladado a la Planta Productora de Bioaditivo que se encuentra en la Central de Abasto.

Desde el año 2019 la Sedema trabaja de manera conjunta con las alcaldías para crear conciencia sobre la correcta separación del aceite usado y este año, el proyecto “Mi cocina no contamina”,  tiene el objetivo de motivar a las personas para que contribuyan al aprovechamiento de este residuo en jabón, biodiésel y bioaditivo. 

Para lograrlo, promotores ambientales capacitados por la Sedema colocarán lonas informativas en mercados, acompañadas de un contenedor de 200 litros, para que, tanto locatarios como público en general, puedan llevar el aceite vegetal usado.

El aceite usado de comida puede provocar severos problemas si se tira a las coladeras, ya que tapa el drenaje y genera encharcamientos e inundaciones, sobre todo en temporada de lluvias. 

Además, de acuerdo con la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, arrojar aceite al drenaje se considera una falta que puede llegar a ser un delito, toda vez que un litro de aceite residual contamina 40 mil litros de agua.

¿Cómo reciclo el aceite de cocina?

Reciclar el aceite de agua es muy sencillo. A continuación te presentamos recomendaciones emitidas por autoridades ambientales: 

• Cocina tus alimentos con aceite fresco

• Vierte el aceite frío en una botella de plástico transparente (se recomienda las que tienen el número 2)

• La botella debe estar completamente limpia y seca 

• Utiliza un embudo y nunca llenes el envase al 100% 

• No uses envases de vidrio, ya que pueden romperse

• Cierra bien el envase y almacénalo en un lugar fresco y seco

• Deposita el envase en el contenedor autorizado de tu mercado o entrega al promotor ambiental

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